Ashish, un exitoso DJ de Nagpur, India, juró que nunca se volvería alcohólico como su padre, quien abandonó a la familia. Sin embargo, cuando sus amigos lo presionaron para que probara el alcohol, cedió a la tentación y su vida comenzó a desmoronarse. Una bebida se convirtió en dos, que se convirtieron en tres, y luego marihuana. Ashish ya no ayudaba a su pobre madre porque todo su dinero se destinaba al alcohol.
“Al principio parece un paraíso. Es bueno: fiestas con amigos, discotecas, salidas nocturnas, chicas. Pero poco a poco te consume”, recuerda Ashish.
Según God Reports , Ashish era un niño cuando su padre adoraba a las serpientes como parte del hinduismo. Su madre provenía de una familia muy podrida, que la entregó a un orfanato. Cuando el alcoholismo de su padre empeoró, abandonó a Ashish y a su madre. Asumió la responsabilidad de mantener a su familia trabajando como empleada doméstica.
Entonces, un día, alguien notó que su madre tenía una hermosa voz y le sugirió unirse a coros y orquestas, lo que la llevó a comenzar a actuar. Fue durante estas actuaciones que Ashish, cuando era niño, se sentaba junto a la cabina de sonido y observaba a los maestros de mezcla hacer su magia. Quedó fascinado y, con sólo observar a los técnicos de sonido y DJs, aprendió los secretos del oficio.
Pronto, comenzó a actuar en fiestas privadas y luego fue invitado a dirigir la música en clubes y fiestas de élite en Nagpur, convirtiéndose en un DJ famoso en la ciudad. La fama trajo amigos, pero también vicios. Nunca había bebido alcohol, pero lo convencieron para que lo probara. El consumo de alcohol se convirtió en una parte habitual de su vida.
“Empecé a robarle dinero a mi madre. Empecé a vender cosas en la casa. Mis amigos me abandonaron. Comenzaron a alejarse de mí. Empecé a sentir rechazo. Mi madre no estaba contenta conmigo. Mi personalidad empezó a cambiar. Es un demonio que te mata muy lentamente. Cuando te das cuenta, ya es demasiado tarde”, dice Ashish.
Encuentro sobrenatural
En este sentido, desesperado, Ashish consideró el suicidio, pero antes de seguir adelante, tuvo un encuentro sobrenatural con Jesús. Una noche oscura, fue a un pozo para ahogarse, pero alguien lo agarró y lo jaló hacia atrás, diciéndole que dejara lo que estaba haciendo y se fuera a casa.
Así, Ashish se giró y abrazó a la persona que estaba allí. Sin entender cómo alguien había aparecido en la oscuridad cerca del pozo, Ashish regresó a su habitación llorando. Allí encontró una Biblia polvorienta y la abrió frente a él. Las páginas comenzaron a pasar solas hasta que se detuvieron en un versículo que decía: “Hoy declaraste que yo soy tu Señor”.
Finalmente, sintió una presencia divina, y luego una mano invisible tocó su hombro, mientras las palabras “Está bien” quedaron impresas en su corazón. Ashish se arrodilló y aceptó a Jesús en su corazón como su Salvador y Señor. Actualmente vive en Inglaterra, sirve al Señor y canta alabanzas cristianas en las calles.