En el Reino Unido se realizó el primer trasplante de útero a principios de año, pero la noticia no se hizo pública hasta hace poco. La cirugía abre nuevas posibilidades para los “transexuales” que quieran tener hijos, según CNN.
Los expertos destacan que todavía queda un largo camino por recorrer antes de que las mujeres transgénero (biológicamente masculinas) puedan someterse al procedimiento de trasplante de útero y quedar embarazadas.
Genera preocupación la forma en que fue presentada la noticia, pues se utiliza el término “mujer cisgénero” para referirse a una mujer que nace biológicamente mujer y que se identifica con el género asignado al nacer. Esto puede causar confusión, ya que en realidad ambos términos se refieren a personas cuya identidad de género coincide con el sexo asignado al nacer, pero la elección de resaltar el término “cisgénero” promueve la ideología trans.
La paciente, una “mujer cisgénero” de 34 años, se sometió al trasplante en el Hospital Churchill de Oxford en febrero, con el útero donado por su hermana de 40 años.
El cirujano ginecólogo Richard Smith, quien participó en la cirugía, dijo que la paciente se encuentra bien y ya comenzó a menstruar, lo que aumenta sus posibilidades de quedar embarazada. Sin embargo, todavía necesita continuar con la terapia inmunosupresora y ser monitoreada de cerca. El equipo planea realizar una transferencia de embriones en otoño (primavera en el hemisferio sur).
En el trasplante participaron alrededor de 20 profesionales sanitarios, entre ellos la cirujana Isabel Quiroga, quien describió al paciente extremadamente feliz y emocionado tras el procedimiento.
Aunque se trata del primer trasplante de útero en el Reino Unido, este tipo de cirugía se realizó por primera vez en Arabia Saudita en abril de 2000 en una mujer de 26 años.
Con respecto a la expectativa de que los hombres nacidos biológicamente y que reciben un útero femenino queden embarazadas y den a luz, el Dr. Smith dijo que todavía queda un largo camino por recorrer. Él cree que esto podría llevar de 10 a 20 años, ya que hay muchos desafíos técnicos y médicos que superar antes de que esta posibilidad se convierta en realidad.