La ex musulmana convertida en atea Ayaan Hirsi Ali compartió su viaje transformador al encontrar el cristianismo como la única forma de darle un propósito a la vida. Allí recuerda cómo, en 2002, se topó con un discurso de Bertrand Russell de 1927 titulado “Por qué no soy cristiano”. En ese momento, no tenía idea de que algún día escribiría un ensayo con un título exactamente opuesto.
Así, su estricta educación bajo la influencia musulmana en Kenia y los ataques de 2001 a las Torres Gemelas en nombre de su religión la llevaron a aceptar la oferta de Russell. Aboga por “un escape simple y sin costo de una vida insoportable de abnegación y acoso a los demás”.
En este sentido, el investigador de la Universidad de Stanford se mostró especialmente molesto por el llamado del Islam a maldecir a quienes rechazan la fe y por el odio especial reservado a los judíos. Parte de la razón por la que ahora se considera cristiana es global.
Según God Reports, afirma que la única respuesta creíble a las formidables fuerzas que actualmente nos atacan, desde el resurgimiento de los regímenes autoritarios hasta el surgimiento del Islam y la propagación viral de la ideología “despertada”, está en la tradición judeocristiana.
Propósito en Cristo
“También recurrí al cristianismo porque, finalmente, descubrí que la vida sin ningún consuelo espiritual es insoportable… El ateísmo no logró responder a una pregunta simple: ¿cuál es el significado y el propósito de la vida?”, reveló.
Así, el vacío dejado por la retirada de la Iglesia ha sido llenado por cultos modernos que explotan a las masas desplazadas con “teatro de señalización de virtudes en nombre de una minoría victimizada o de nuestro planeta supuestamente condenado”. Allí cita a G. K. Chesterton, destacando que “cuando los hombres eligen no creer en Dios, se vuelven capaces de creer en cualquier cosa”.
Finalmente, Ali sostiene que ahora estamos involucrados en una “guerra de civilizaciones” para la cual el ateísmo no puede equiparnos. No podemos resistirnos a China, Rusia e Irán si no podemos explicar a nuestras poblaciones por qué esto es importante. Y no hay necesidad de buscar respuestas en algún brebaje de la nueva era, porque, según ella, “el cristianismo lo tiene todo”.