El martes (23) se publicó un estudio realizado por investigadores que recogieron pruebas de crímenes de guerra en Myanmar, que confirma informes de que los ataques aéreos llevados a cabo por el gobierno militar causaron daños a iglesias en el único estado del país dominado por budistas, donde vive la mayoría de la población. es cristiano.
Los investigadores examinaron 10 ataques reportados contra iglesias en el estado occidental de Chin, como parte de una represión más amplia contra las comunidades religiosas en todo el país. Myanmar está asolado por la guerra después de que el ejército arrebatara el control al gobierno electo de Aung San Suu Kyi en febrero de 2021. Desde entonces, los combatientes de la resistencia, predominantemente de etnia budista birmana, han unido fuerzas con minorías étnicas históricamente oprimidas, algunas de las cuales tienen importantes poblaciones cristianas. .
Según Associated Press, el estudio detalla cinco informes de ataques aéreos que provocaron daños importantes a iglesias en el estado de Chin durante varios meses en 2023. El informe indicó que las cinco afirmaciones podían verificarse.
Los edificios religiosos, incluidas las iglesias y monasterios budistas, han recibido un estatus de protección especial en el derecho internacional. Al menos 107 edificios religiosos han sido destruidos por las fuerzas militares desde que tomaron el poder en 2021 solo en el estado de Chin. El informe no aclara si los ataques fueron intencionales, pero dijo que la “abrumadora superioridad aérea” de la Fuerza Aérea de Myanmar hacía probable que fueran llevados a cabo por el gobierno.
Muchos activistas de derechos humanos creen que el ejército está atacando edificios religiosos, lo que sugiere que esto es parte de una estrategia deliberada para atacar directamente la identidad de las comunidades religiosas. El ejército no hizo comentarios de inmediato sobre el informe, pero en el pasado ha dicho que ataca sólo objetivos de guerra legítimos, acusando a las fuerzas de resistencia de ser terroristas.
La guerra civil en Myanmar ha provocado una situación preocupante, con pruebas de ataques indiscriminados contra civiles, ejecuciones masivas, incendios y destrucción de propiedades. Desde 2021, miles de personas han sido asesinadas y la población se enfrenta a condiciones humanitarias cada vez más difíciles. El informe destaca la persecución de comunidades religiosas, incluida la destrucción de edificios religiosos, como una preocupación importante en medio del conflicto en curso en el país.