La reciente aprobación de nuevas leyes de seguridad en Hong Kong ha despertado temores dentro de la comunidad católica local, generando preocupación por la posible violación de principios fundamentales de la fe. En concreto, el artículo 23 de la Ley de Seguridad Nacional, que tipifica como delito la omisión de revelar actos de traición a terceros, plantea dudas sobre la inviolabilidad del Sello del Confesionario, considerado sagrado en la doctrina católica.
El grupo de defensa del Reino Unido Hong Kong Watch emitió una carta advirtiendo sobre las posibles consecuencias de las leyes, citando una violación de los derechos humanos y las libertades religiosas consagrados en el artículo 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos. “La práctica del Sacramento de la Penitencia es un acto religioso de importancia crucial y sacrosanta”, destaca la carta conjunta.
Según Christian Today, el régimen chino desestimó las preocupaciones y acusó al grupo de ser “anti-China” y distorsionar la ley. Un portavoz argumentó que la legislación no está dirigida a personas religiosas y que la libertad religiosa no debería proteger a personas que hayan cometido delitos graves.
A pesar de las negativas del gobierno, muchos sacerdotes temen que la ley pueda comprometer la confidencialidad del confesionario, amenazándolos con arrestos o vigilancia por parte de agentes de seguridad. Un sacerdote describió la nueva ley como un “cuchillo sobre sus cabezas”, mientras que otros expresaron temores sobre su capacidad para servir a sus congregaciones y defender el Evangelio.
En respuesta, la Diócesis Católica de Hong Kong afirmó que la legislación no alteraría el carácter confidencial del Sacramento de la Reconciliación, pero también enfatizó la obligación de los ciudadanos de garantizar la seguridad nacional. Sin embargo, muchos católicos piden una postura más firme de la Iglesia contra la nueva legislación, considerándola una forma de represión de la religión en Hong Kong, especialmente teniendo en cuenta las convicciones prodemocráticas de muchos creyentes.