Una madre de Wisconsin, Tammy Fournier, está celebrando un fallo judicial que valida su derecho a proteger a su hija de la “transición social” en la escuela. El Tribunal de Circuito del Condado de Waukesha dictaminó que el Distrito Escolar Kettle Moraine violó directamente el derecho de Tammy al “cuidado directo” de su hija al negarle su solicitud de utilizar el nombre de nacimiento y el pronombre de la niña.
Al respecto, Tammy destacó la ayuda del Wisconsin Law and Freedom Institute y la Alliance Defending Freedom en la batalla legal posterior. Poco después, dijo que su hija, sintiendo que “podría haber nacido en el cuerpo equivocado”, fue “ingresada en una institución de salud mental para recibir ayuda”.
“Aunque pensé que este nuevo problema probablemente se debía a los problemas de salud mental subyacentes de Autumn, el centro de tratamiento dijo que no. Tu hija es un niño. Y si quieres salvarle la vida, ahora podrás llamarla por su nombre y sus pronombres masculinos preferidos. O puedes ir en contra de sus deseos y si ella se suicida, esa será tu responsabilidad”, señaló.
Derechos de los padres ignorados
Según The Christian Institute, Tammy se sorprendió de que no hubiera ninguna discusión sobre los problemas de salud mental de Autumn. Aún así, reveló que “se apresuraron a afirmar su nueva identidad”. Cuando llegó el momento de que Autumn regresara a la escuela, Tammy se acercó al personal para hablar sobre el mejor enfoque para su hija y su situación específica.
“Le pedí a la escuela que usara el nombre de nacimiento de mi hija y pronombres femeninos, pero la escuela se negó. Los funcionarios dijeron que son defensores del niño, no de los padres. Dijeron que le darían la bienvenida a la escuela con cualquier nombre y pronombre que eligiera, independientemente de lo que yo creyera que era mejor para mi hija de 12 años. Afortunadamente tengo la ley de mi lado”, añadió.
Genial victoria
Entonces Tammy y su esposo sacaron a su hija de la escuela y demandaron al Distrito Escolar Kettle Moraine “por su política de cambiar los nombres y pronombres de los estudiantes en la escuela sin el consentimiento de los padres y a pesar de sus objeciones”. El 3 de octubre, el Tribunal dictaminó que la transición social de un niño es una “poderosa intervención psicoterapéutica” e “indiscutiblemente una cuestión médica y de salud”.
Finalmente, la madre afirma que Autumn está bien hoy. Ahora es una adolescente, por lo que hay altibajos. Pero en general, está sana, mentalmente estable, se acepta a sí misma y espera con ansias su futuro.