En los últimos días, una madre y su bebé fueron víctimas fatales de un ataque perpetrado por radicales fulani en aldeas cristianas en el condado de Bokkos, Nigeria, según informó Morning Star News.
El líder comunitario Farmasum Fuddang describió el trágico incidente ocurrido el 12 de abril en la aldea de Kopnanle, donde un bebé de 1 año, Peret Sylvanus, fue atado a la espalda de su madre, Mwanret Sylvanus, cuando ambos murieron de una sola bala. La madre recibió un impacto en el estómago y la bala también se cobró la vida del niño, provocando su muerte inmediata.
Además de este horrible suceso, otros 10 cristianos fueron asesinados por pastores fulani en ataques posteriores. Mandung-Mushu y las comunidades cercanas también fueron atacadas por extremistas, lo que provocó la muerte de otros 20 seguidores de Cristo.
Según Fuddang, más de 50 terroristas fulani armados invadieron aldeas mientras sus habitantes dormían, apuntando específicamente a cristianos indefensos y pacíficos.
Los ataques no se limitaron sólo a la pérdida de vidas humanas. En la aldea de Josho, los terroristas incendiaron una iglesia y varias casas.
Estos continuos ataques contra comunidades cristianas, predominantemente mujeres y niños, se consideran un intento calculado de sembrar miedo y forzar el desplazamiento de estas poblaciones, destacó Fuddang.
La persecución de los cristianos en Nigeria es una realidad constante, especialmente en las regiones del Cinturón Medio, donde los líderes religiosos creen que tales actos violentos están motivados por el deseo de apropiarse de las tierras de los cristianos y la imposición del Islam.